Bloques prácticos de Historia

Prehistoria. Supuestos prácticos: textos, gráficas, mapas, imágenes

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Los supuestos prácticos relacionados con Historia son de cuatro tipos: textos históricos, mapas históricos, gráficas históricas e imágenes históricas. Es habitual que en las convocatorias se especifique que los supuestos prácticos estarán relacionados con el contenido del temario, sin embargo, algún año he visto que no siempre es así. Por eso adjunto el corpus teórico inspirado en mi temario y más teoría, no es preciso estudiarlo todo, pero sí una buena lectura para defender cualquier supuesto prácticos que nos pongan.

Pautas de un comentario de texto histórico

Pautas de un comentario de texto histórico

INTRODUCCIÓN

Antes de nada lee el texto y enumera las líneas del mismo, de este modo cuando quieras referirte a una parte del texto durante su comentario no será necesario copiar el fragmento para referirte a él sino simplemente mencionaremos las líneas del mismo donde se encuentran.

  • Naturaleza del texto. Los textos pueden ser de los siguientes tipos:
    • Histórico-jurídico: Una ley, constitución, decreto, tratado etc.
    • Histórico-circunstancial: Un discurso, proclama, artículo de prensa, declaración, notas personales y oficiales etc.
    • Histórico-literario: Una carta, memoria, novela etc.
    • Histórico-historiográfico: Obra de un historiador.
  • Coordenadas espacio-temporales
    • Fecha: Aproximada o momento histórico del que trata. Si es un texto historiográfico hay que mencionar dos fechas (la fecha sobre la que va la obra y la de realización del documento histórico)
    • Lugar: Donde se ha realizado el suceso histórico.
  • Autor (Pequeña biografía del autor y del historiador si se conoce; si el autor es colectivo las personas o circunstancias que inspiraron el texto; si el autor es anónimo la persona o personas sobre la que trata el texto)
  • Destinatario (Puede ser una sola persona o una colectividad; nacional o internacional; público que será más retórico o privado que será más sincero)

COMENTARIO

  • Síntesis (Comentar en pocas palabras el contenido del texto)
  • Análisis. Hay tres modelos de análisis:
    • Literal: Siguiendo el orden del texto de manera descriptiva (muy útil en los textos jurídicos).
    • Temático: Se agrupa el texto en temas principales y secundarios y se comentan estos (útil en textos literarios y circunstanciales)
    • Mixto: Se divide el texto en partes y se analizan los temas que trata cada una (muy útil en los textos históricos)

En cualquier caso durante el análisis:

  • Se saca la estructura del texto y se van analizando sus partes o temas.
  • Se realiza su comentario histórico, causas, desarrollo y consecuencias del hecho histórico, su antes y después. El análisis incluye términos y nombres propios.
  • Se estudia su forma (sentido literario)
  • Se estudia su contenido (qué quiere decir el autor, porqué y para qué).

CONCLUSIÓN

  • Juicio crítico (Autenticidad, engaño, error u omisión, subjetividad)
  • Relevancia (Trascendencia)

Ejercicio resuelto: Texto histórico

Este texto corresponde a un examen de oposición.

“La pérdida del Imperio asiático produjo un duro golpe a la economía; además influyó de forma clara en la intensificación de la explotación de los campesinos. La ruina de las posesiones de los templos condujo al aumento del desempleo entre algunas capas de la población más necesitadas. No se produjeron, sin embargo, rebeliones contra la corona, pues el ejército se mostró siempre partidario del faraón. Los sacerdotes de Amón y de los demás dioses atizaban el descontento popular y hacían correr “profecías” sobre la cólera de los dioses, las calamidades que amenazaban al pueblo.

Además, el pueblo también se mostró en principio partidario de Atón, sobre todos los pertenecientes a las clases más bajas: los campesinos esperaban mejorar, pero al ver que su situación empeoraba contribuyeron al final de Akhenaton. El ejército estaba de parte de Atón: sus componentes (egipcios y mercenarios) renunciaron a las ventajas que podía reportarles una política de conquista; por otro lado, la masa del pueblo que constituía la infantería, sostiene al faraón con la esperanza de mejorar su suerte y contando con la expropiación de las tierras de los nobles y sacerdotes. De esta forma se unieron al faraón, bien por lealtad profesional bien por el deseo de imponerse a la burocracia civil y a los sacerdotes de Amón. Por último el faraón se vería ayudado también por el clero de Heliópolis, ya que el culto a Atón, al igual que el de Re, era solar.”

Introducción

Se trata de un texto histórico historiográfico ya que es la obra de de un historiador, cuyo nombre no aparece en el texto. El texto trata sobre la reforma religiosa de Amenofis IV, faraón de Egipto en el siglo XIV a.C. cuyo reinado está datado en torno a 1353–1336 a.C., perteneciente a la XVIII Dinastía que se desarrolló durante el periodo de la Historia de Egipto conocido como Reino Nuevo 1580-1085 a.C.

Comentario

El texto trata de explicar la situación social, económica y religiosa durante el reinado de Amenofis IV y los motivos por los cuales se consiguió imponer el nuevo culto a Atón de breve duración. Amenofis IV fue el autor del cisma de Tell el-Amarna, durante el cual se sustituyó el culto de Amón-Ra (dios nacional) por el de Atón, divinidad identificada con el disco solar del que el faraón era su profeta y al que consideraba como un espíritu universal omnipresente y el único creador del Universo, una especie de monoteísmo que se trató de imponer sobre un politeísmo tradicional. A lo largo de estos años la capital se llamó trasladó de Tebas a Aket-Atón y Amenofis IV tomó el nombre
de Akenatón (que textualmente significa útil para el disco), su esposa era la famosa Nefertiti.

El apoyo que consiguió el faraón con el cambio se localiza entre los siguientes sectores de la población:

  • El pueblo al principio, porque las aspiraciones de las clases más bajas eran mejorar con el cambio, sin embargo a lo largo de los años su situación empeoró notablemente, el principal motivo fue la pérdida territorial del Imperio en la parte de Asia que provocó un golpe a la economía aumentando el desempleo, a esto se sumó el fanatismo provocado entre los seguidores monoteístas de Atón que persiguieron a los fieles de Amón y que provocó que los sacerdotes de este último convencieran al pueblo de que los males que vivían eran debidos al nuevo culto, lo que condujo finalmente a la animadversión entre el pueblo hacia el faraón y hacia el culto a Atón.
  • El hecho de que el pueblo no se levantara contra Amenofis radicaba en el apoyo del ejército al faraón, hecho condicionado porque la infantería del ejército formada por el pueblo se benefició del reparto de tierras confiscadas a nobles y sacerdotes fieles a Amón. El abandono de la política de conquista no favorecía que los altos cargos del ejército apoyaran al faraón, sin embargo lo hicieron, hecho condicionado probablemente por su interés de imponerse sobre las autoridades civiles y religiosas de Amón en un momento de agitación.
  • Otro gran apoyo del faraón lo encontró entre el clero de Heliópolis, en esta ciudad se adoraba a Re, divinidad identificada con el sol, al igual que lo era Atón.

Para comprender la importancia del cisma debemos hacer una referencia a la religión egipcia, la cual tuvo como principal objetivo la interacción entre los seres humanos y los dioses. Estas deidades eran adoradas con ofrendas y oraciones, en altares locales y en los propios hogares, así como en templos administrados por sacerdotes. Diferentes dioses se destacaron en diversos períodos de la historia egipcia, así que Egipto nunca tuvo una jerarquía coherente de deidades o una mitología unificada. Entre sus divinidades destacamos: Anubis (con cabeza de chacal, relacionado con el culto a los muertos), Apis (toro sagrado adorado en Menfis) y Amón-Ra (dios nacional). En tiempos de Amenofis IV Amón-Ra era la divinidad más importante, la fe del faraón en una única divinidad creadora de todo era tan firme que persiguió
firmemente al clero de Amón que intentaba restaurar el anterior politeísmo. Su revolución religiosa tuvo un profundo efecto en el arte egipcio, que se vio libre de las formas tradicionales y rituales anteriores, con lo que se emprendió un arte más natural. También se desarrolló una nueva literatura religiosa.

La conjugación de estos tres factores: apoyo inicial del pueblo y descontento posterior; apoyo del ejército; apoyo del clero de Heliópolis. Permitió que el culto a Atón se consiguiera establecer durante el breve reinado de Amenofis IV, sin embargo, su sucesor Tutankamón restauró el culto a Amón, con su muerte se extinguió la Dinastía XVIII, uno de los motivos de la riqueza de la tumba de Tutankamón reside en el deseo del clero de Amón de compensar la restauración de su culto por parte del nuevo faraón.

Conclusión

Se trata de un texto en el que no hay engaño, error ni omisión de datos, siendo todo lo objetivo que el carácter científico de una obra histórica le otorga.

La importancia del texto radica en que nos permite comprender la situación religiosa y social del Egipto del siglo XIV a.C. durante el cisma de Atón, al mismo tiempo que explica los motivos que posibilitaron su realización, explica porqué duró tan sólo durante reinado de Amenofis IV. La trascendencia del cisma de Tell el-Amarna en la Historia Universal reside en que constituye el primer ejemplo documentado de monoteísmo, son muchos los historiadores que han querido relacionar este dios universal, con el predicado por los profetas hebreos siete u ocho siglos después en la tierra en la que una vez gobernó Amenofis IV. Al igual que el Islam procede del cristianismo y este a su vez del judaísmo, se ha intentado relacionar la religión hebrea con el culto a Atón.

Pautas de un comentario de mapa histórico

Pautas de un comentario de mapa histórico

INTRODUCCIÓN

  • Naturaleza del mapa. Los mapas pueden ser de los siguientes tipos:
    • Histórico-político
    • Histórico-historiográfico
    • Histórico-circunstancial
    • Histórico-geográfico
    • Histórico-temático
  • Coordenadas espacio-temporales
    • Fecha: Aproximada o momento histórico.
    • Lugar: Que representa el mapa.

COMENTARIO

  • Síntesis (Comentar en pocas palabras el contenido del mapa)
  • Análisis
    • Análisis de los elementos del mapa (zonas, regiones, países, fronteras, símbolos, etc.)
    • Si tenemos dos mapas, análisis de los cambios producidos.
    • Comentario histórico, relacionar el mapa con su histórico, también comentar su antes y después.

CONCLUSIÓN

  • Juicio crítico (Autenticidad, engaño o error porque el mapa puede o no ser coetáneo a los hechos históricos)
  • Relevancia (Trascendencia y relevancia del mismo)

Ejercicio resuelto: mapa histórico de Tartessos

Prehistoria espana 26

Introducción

La imagen representa un mapa histórico-geográfico que muestra la ubicación geográfica de Tartessos en la Península Ibérica en torno al siglo VI a.C.

Comentario

Con una línea verde punteada se muestra el área de influencia de la cultura tartésica, y en verde la posible ubicación geográfica de esta cultura. Los yacimientos tartésicos también aparecen en verde, son: La Aliseda, Cancho Roano, Setefilia, Carmona, El Carambolo, Los Alcores, Tejada, San Bartolomé, La Joya y Asta regia.

Con puntos azules encontramos las colonias griegas en la Península Ibérica: Homeroskopeion, Akra Leuke, Mainake y Portus Menesthei. La presencia griega en España está documentada por dos tipos fundamentales de datos, por un lado las fuentes literarias, y por otro las fuentes arqueológicas. Entre estas fuentes literarias destaca la Ora marítima del tardío poeta latino Avieno, funcionario romano del V d.C., quien puso en verso un antiguo periplo de navegantes griegos en Masalia entre el 600-575 a.C. y en el que describe las costas peninsulares. Los griegos que se instalaron en la Península Ibérica eran procedentes de Focea (Jonia), éstos fundaron en el sur de Francia Massalia (Marsella), desde la cual dominaron el noreste peninsular hasta el Ampurdán, ejercieron su influencia en la costa catalana con colonias como Homeroskopion, Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias), alcanzando también el sureste español con Alonis y Akra Leuke (Alicante).

Y con puntos marrones las colonias fenicias peninsulares: Abdera, Sexi, Malacca, Carteia y Gadir todas ellas existentes en el siglo VI a.C. y Cartago Nova mucho más moderna. No se poseen textos que documenten las causas que impulsaron a los fenicios a emprender sus exploraciones ultramarinas hasta el extremo occidental del Mediterráneo. Sólo hay referencias vagas, sobre todo en las fuentes bíblicas, que aluden a empresas comerciales en época de Hiram de Tiro. Las costas peninsulares del llamado “círculo del Estrecho”, desde Huelva hasta Almería, y casi con total seguridad hasta Alicante, fueron las que soportaron la presencia de los colonos fenicios desde finales del siglo VIII a.C. Entre sus factorías en la costa andaluza encontramos Gadir (Cádiz), Malacca (Málaga), Toscanos, Almuñécar, Abdera (Adra). Por otra parte, sabemos a través de las excavaciones arqueológicas que existían colonias en el islote de Mogador, cerca de la costa meridional marroquí. En el litoral atlántico de África, los fenicios fundaron una próspera ciudad, Lixus.

El impacto cultural fenicio consiguió elevar a los pueblos tartesios a la categoría de civilización (disponían de torno alfarero, alfabeto y hierro), esta situación pudo vivirse hacia el 700 a.C. cuando los principales centros comerciales acabaron por convertirse en ciudades controladas por reyezuelos. La monarquía tartésica desapareció hacia el año 500 a.C. de forma tan misteriosa como su origen, especulándose la rivalidad cartaginesa. Algunos de sus reyes aparecen en la mitología con los nombres de Gárgoris, Habis o Gerión, el más famoso fue Argantonio que gobernó desde el 630 a mediados del siglo VI a.C. según Herodoto y ofreció a los focenses la posibilidad de instalarse en su reino tras la invasión persa de Jonia.

La sociedad tartésica estuvo fuertemente jerarquizada, aunque la división del trabajo artesano debió ser el principal factor de cohesión social. El descubrimiento de pequeños talleres domésticos dedicados a las manufacturas metálicas explica, por una parte, el nivel de igualdad social; pero, por otra parte, el trato y el contacto con pueblos de comerciantes debió exigir la existencia de una densa red de comercialización de los productos tartésicos. Ello explica la existencia de una elite aristocrática dominante que, mitológica e históricamente, queda representada por la milenaria monarquía de Tartesos.

Tartesos, gracias a su privilegiada situación minera, tuvo una gran importancia en las economías griega y fenicia. La costa andaluza era rica en todo tipo de metales, especialmente el estaño (fundamental para formar la aleación del bronce) y la plata. El hecho de que los fenicios comprasen el cobre indica que ya estaba hecha la aleación, por lo que los poblados tartésicos debieron estar salpicados por doquier de pequeños talleres metalúrgicos. A cambio, Tartesos recibía telas, ámbar, cerámica y objetos de adorno procedentes de diversas zonas de Oriente, parece que la entrada en la península ibérica de materias alimenticias como el vino y el aceite se debe a los intercambios comerciales entre Tartesos y los fenicios. Pesca y ganadería tuvieron que completar el panorama económico de El Dorado de la Antigüedad, especialmente esta última.

Hasta hace poco tiempo, de Tartessos no se tenían más datos que las referencias de los textos antiguos, los yacimientos andaluces de Huelva capital, Almuñécar (Granada), Toscanos y Trayamar (Málaga), Setefilia y Carmona (Sevilla), entre otros, prueban la existencia de una cultura rica de carácter orientalizante, muy influida por el mundo griego y por el mundo fenicio. Los estudios de Juan de Mata Carriazo sobre los materiales encontrados revelan que los habitantes de Tartesos, si bien humildes en sus construcciones, dedicaron gran parte de su riqueza a la compra o elaboración de diferentes objetos de oro y plata. El alfabeto tartésico, en parte indescifrable, participa de los rasgos generales peninsulares, pero tiene gran influencia oriental. Con respecto a los cultos, existe todo un elenco de santuarios en la zona dedicados a la adoración de diferentes divinidades, especialmente al sol, a la luna y a varias fuerzas semidiabólicas.

Conclusión

Realmente, el nombre de Tartesos o Tartessos representa un enigma que las investigaciones arqueológicas e historiográficas han ido cubriendo de veracidad desde que el historiador alemán Adolf Schulten iniciase la búsqueda de la mítica ciudad a la que los griegos veneraban como la más fértil y rica de toda Europa, identificándola con alguna de las existentes en el valle del Guadalquivir. Seguramente Tartessos debió de ser una ciudad o un Estado
situado en la desembocadura del río Guadalquivir, más tarde este territorio fue llamado Turdetania por los romanos.

Pautas de un comentario de imagen histórica

Pautas de un comentario de imagen histórica

INTRODUCCIÓN

  • Naturaleza de la imagen (fotografía, esquema, eje cronológico etc.)
  • Coordenadas espacio-temporales
    • Fecha: Aproximada o momento histórico al que pertenece.
    • Lugar: En el que tiene lugar o hace referencia la imagen.

COMENTARIO

  • Síntesis (Comentar en pocas palabras el contenido de la imagen)
  • Análisis
    • Análisis de los elementos de la imagen, descripción de la forma, de lo que estamos viendo.
    • Análisis del contenido de la imagen, su significado.
    • Comentario histórico, momento histórico al que pertenece, antes y después.

CONCLUSIÓN

  • Juicio crítico (Autenticidad, engaño o error)
  • Relevancia (Trascendencia y relevancia de la imagen)

Ejercicio resuelto: comenta la siguiente imagen

neolitico 01
Harpon Mas d’Azil

Introducción

La imagen muestra la fotografía de un arpón azziliense (9.000-6.000 BP) que pertenece al periodo de la Prehistoria conocido como Epipaleolítico o Mesolítico. Se denomina Mesolítico al periodo que comenzó al inicio de las características condiciones climáticas y económicas del Holoceno, o edad actual, y se prolongó hasta la aparición del Neolítico. En realidad, cultural y antropológicamente, sería más apropiado designarlo como período Epipaleolítico, pues fueron las mismas gentes y culturas, adaptadas a las nuevas condiciones climáticas, las que se desarrollaron a lo largo de esta etapa. Cronológicamente establecemos la siguiente división dentro del Holoceno (12.000 BP-hoy), cronología recientemente modificada por la Comisión Internacional de Estratigrafía: Preboreal 12.000-7.000 a.C. (Epipaleolítico-Mesolítico); Boreal 7.000-5.500 a.C. (Neolítico); Atlántico 5.500-2.500 a.C. (Neolítico); Suboreal 2.500-700 a.C. (Calcolítico/Bronce); Subatlántico 700 a.C. (Edad del Hierro) clima actual.

Comentario

En primer plano encontramos un arpón aziliense recostado, en un plano secundario la vista frontal, dorsal y lateral del mismo. La pieza, realizada en hueso, es aplanada y carece de decoración, presenta una punta estrecha con dos muescas, un ensanche central con otras dos hendiduras, un agujero en el centro, y dos muescas más (una de ellas fracturada), la parte inferior de la pieza se ensancha y termina con forma apuntada. En la parte frontal también muestra un conjunto de ralladuras derivadas, probablemente, del uso de arpón, no pudiéndose considerar decoración. Los arpones azilienses servían para la pesca como armas arrojadizas, muy probablemente el orificio central sirviera para que el arpón fuera atado a un cabo y no perder así la pieza pescada.

Cualquier intento de clasificación rígida que intente delimitar con seguridad y generalizar dónde se inició exactamente el Mesolítico y qué determinadas culturas pertenecen a este período es insatisfactoria. Ello es debido a que, a pesar de tener la certeza de que comenzaron a aflorar las primeras características esenciales en Iberia, Italia y las regiones mediterráneas para extenderse hacia todas las zonas habitadas de Europa y Asia, estos fenómenos no se sucedieron sincrónicamente en el tiempo, sino que variaron enormemente de unas regiones a otras.

La cultura que caracteriza el Mesolítico es la Azziliense, y se puede afirmar que el microlitismo fue una de las principales marcas de identidad; la producción fue muy variada, y se presentó de diversas formas: pequeños raspadores, microburiles, triángulos, medias lunas, rectángulos, hojitas de dorso abatido, curvas y trapecios. Según su edad, la constitución de su industria y su localización geográfica se distinguen los siguientes períodos: el Sauveterriense, el Tardenissiense, el Montmorenciense y el Castelnoviense.

Los únicos rituales documentados son los funerarios. En cuevas, las inhumaciones son individuales. Los enterramientos dobles contiene siempre un niño. Aparecen verdaderas necrópolis. Los difuntos aparecen en dos posiciones: encogidos o tumbados (más frecuente). Casi siempre las tumbas contienen objetos de adorno corporal y ofrendas funerarias. Los ajuares suelen
estar compuestos por objetos de uso cotidiano, restos de piezas de caza y otros objetos.

En la Península Ibérica las comunidades epipaleolíticas mantuvieron un modo de vida de cazadores recolectores adaptado al clima del Holoceno, por ello el Magdaleniense dio paso en el Cantábrico al Azziliense 9.000-6.000 a.C. caracterizado por el uso de microlitos, industria ósea y cantos rodados decorados y posteriormente al Asturiense del 6.000-4.000 a.C. del que es característico el pico asturiense, y en el Mediterráneo al Epigravetiense, el Geométrico y la Facies de cantos trabajados. Desde el punto de vista artístico encontramos el arte rupestre levantino.

Como cultura Epipaleolítica la economía del Azziliense es continuación del Magdaleniense final, en el Holoceno cambia el clima, permitiendo la emigración al Norte de los grandes mamíferos como el reno, bisonte y mamut; pero los hombres del Azziliense cazaron especies de bosque cuyos componentes viven aislados, por lo que la caza se dificulta. Por esto la caza disminuye mor de la recolección y sobre todo ante recogida de moluscos como los caracoles terrestres, además de vegetales y huevos. En el Magdaleniense final se había visto una tendencia al microlitismo y trabajo del hueso (predominan los bastones de mando, azagayas, arpones, punzones, agujas, espátulas, varillas y propulsores todos ellos de hueso, también industria lítica con raspadores, buriles, láminas de dorso y puntas) que ahora continúa con raspadores, puntas azilienses, hojitas de borde rebajado y pronto formas geométricas que aparecen en el Tardenosiense como triángulos, trapecios, medias lunas también viene la decadencia de la industria ósea y desaparece el arte mobiliar, tan solo permanece en algunos cantos rodados con pinturas esquemáticas. El fósil-guía de este periodo es este arpón usado en la pesca, arpones aplanados y sin decoración llevando sólo una perforación ojal.

Conclusión

La imagen nos permite comprender las formas de vida de uno de los periodos de la Prehistoria más interesantes, el Epipapeolítico, fase en la cual los hombres continúan con formas de vida cazadoras-recolectoras, pero adaptándose al nuevo clima, el Holoceno, lo cual pone de relieve la capacidad de adaptación del ser humano moderno al medio. Los prehistoriadores franceses y españoles sostienen que el Epipaleolítico es un período de estancamiento donde se seguía viviendo de la caza y la recolección, mientras que en Oriente, durante el Mesolítico, se dieron ciertos rasgos preneolíticos pero sin domesticación animal, es decir, es una fase de transición al Neolítico. Para los prehistoriadores británicos, el Mesolítico no es una fase cultural previa al Neolítico sino una fase alternativa. Según Binford y Gauble se desarrollaron unas estrategias u otras dependiendo del lugar:

a) En el Mediterráneo central y occidental se donde se daba un «medio diversificado» con gran cantidad de especies, las poblaciones vivían en una «movilidad residencial», allí se desarrollarían los grupos epipaleolíticos.

b) En otras latitudes con especies poco diversificadas se daba un «medio especializado», los grupos humanos se asentaron, es una «movilidad logística» que caracteriza a los grupos mesolíticos.